miércoles, 26 de septiembre de 2012

CAJITA DE CUENTOS




   Me desperté azorado, sudando, la respiración muy agitada, estaba tumbado boca arriba en la cama, ¿pero que cama?, no sabia, intentaba recordar algo pero aún estaba demasiado nervioso para pensar en nada. Intenté tranquilizarme, analizar la situación mientras amanecía en mi conciencia, poco a poco el puzzle se iba uniendo. Estaba en mi cama, si eso si, no se oía nada y era noche cerrada, todo correcto nada especial, además sabía que no me había despertado nada ni nadie.
    Todo había sido un mal sueño una pesadilla agridulce, aunque aun no me acordase de nada, sabia que era algo muy lioso, por la refriega que había tenido con mis sabanas liadas sobre mi cuerpo y algo húmedas por el fragor de la batalla.
    Tranquilamente fui hilando todo, me acosté temprano, eso si lo recordaba perfectamente, y como siempre con cosas en mi enorme, oronda y lisa cabeza. La testa siempre abarrotada de refriegas y contiendas inútiles, de restos de mis propios naufragios. Así que es cosa normal que cuando me despierto tenga nuevas batallas por delante, nuevas trifurcas que ganar, nuevos retos para afrontar.
   Aquello que me despertó tan violentamente (estaba ya recordando algo vagamente, que pena que no lo pueda reproducir después de pasados unos minutos. Podría escribir espeluznantes cuentos de terror) era algo parecido a un paseo o un viaje, no se muy bien, estaba en otro lugar es posible que incluso en otro tiempo, ese paraje me era desconocido, lo mismo podía ser México que Rosario, Montevideo que Buenos Aires.
    Estaba observando a una pareja que se besaba en un bosque mientras escribían hundiendo una navaja en un árbol “te amo” dentro de un corazón. A lo lejos pude ver un tren que pasaba despacio, muy despacio, parecía un cuadro de Giorgio de Chirico
      Todo calmado pero en tensión, a la espera de que algún resorte lo cambie la situación y vuelva a perderme en mis abismos, pero de momento todo parecía tranquilo, las mariposas volaban libremente  ondulantes en sus íntimos itinerarios para posarse en las ramas de los árboles cercanos, junto a los pájaros y confundiéndose con las maravillosas flores que bordaban un hermosos paisaje eso si, sin aire, enmarcado por los edificios tan iguales y tan distintos de la ciudad , encerrando así tan bucólico lugar.
   Ni un Rey hubiera sido tan feliz como yo lo estaba, pues en mi mente aun estaba una frase que escuche en boca de una amiga “arte es dar”, que bonito…esto me recordó que una vez participé en un intercambio de libros de artista, en aquella ocasión como en tantas otras me introduje en el grupo de artista para arrebatarles sus creaciones y sentirme feliz de obtener algunas maravillosas obras a cambio de unas miserables estampas. Me vi a mi mismo con cara de especulador, La mirada turbia comprando obras de arte con unos míseros billetes de banco, pero aun era peor que eso, porque en esta ocasión yo mismo los había estampado en mi casa con artes primitivas.
    La imagen que recordaba ya no estaba estática, toda ella estaba en movimiento, viva, realmente parecía que hubiera sido un descanso en mi viaje solitario por historias cotidianas buscando a alguien que me lleve al baile para poder morir y así poder contestarme a mi mismo si  realmente es un imperio la luz que se apaga o por el contrario, tan solo es una luciérnaga, como si de un hermoso haiku se tratara.
    Ya despierto totalmente recordé que en la habitación contigua descansaba una cajita llena de ilusiones y esperanza, llena de pájaros y mariposas y sobre todo llena de amor.




     Este relato escrito con gran cariño para todos quiero que sea leído como  un enlace, como un nexo de unión de todos los libritos que he recibido y los que me quedan, como  un recuerdo de tan maravilloso evento.
 Ahora paso a relatar los nombres de los que han contribuido al relato y como:

JIM LORENA: Rey
ANGELA VADALÁ: Soñaba que……. Vuelo
CLAUDIA MORASSI: Arte es dar. Pájaros. Flores.
VIRGINIA MALUK: ¿Es un imperio esa luz que se apaga o una luciérnaga?
ISABEL SEVILLANO: Árboles. Pájaros. Pájaros posados en árboles.
LORENA LOPEZ CENTELL: Andando descubro. Mariposas. Historias cotidianas.
ANAHI GENTILE: Corazón, Tren. Te amo.
CITLALI: Ciudad de viento
JACINTO LARA: La ciudad que me sueña.
ALBERTINA TAFOLLA: Mariposas al viento.
ARTURO CASCIARO: ¿Llévame al baile que pueda morir?
SILVIA BORGHI: Ciudades. Chilanga. Rosarina
JORGE ECHINEQUE: Montevideo
Mª. ANTONIA SANCHEZ: Itinerarios íntimos. Aire
CLAUDIA ROFMAN: Buenos Aires.
GABRIELA SODI: Corazón. Solitario.

  Un fuerte abrazo a todos y perdonadme si me dejo algo o a alguien fuera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario