¿Al fondo a la derecha?. Caramba así fue al fondo a la derecha, pero no solo eso. Bajando unas escalera, si unas lúgubres escaleras las mas de las veces, y en este caso también, aunque era normal, aún estaba todo por hacer y sin que hubiera cancerbero en este averno particular en el que nunca había estado antes.
Bajo la Catedral de Notre-Dame (a partir de ahora llamaré así a la escuela en mi cuento) y como ya nos relató Víctor Hugo en su novela estaba el artífice y amable protagonista de nuestro onirismo, ya no por su apariencia, sino por el trasfondo de la historia, del personaje en cuestión, anacrónica esta, por supuesto pero real muy real. Allí estaba él con sus colaboradores en una actividad muy frenética y altruista para deleite de todos los que a partir del miércoles doce de Mayo pasemos a visitarla. A si que volviendo sobre mis propios pasos salí al aire fresco, anduve hasta la primera planta, pasé a la clase de volumen con mi amiga Concha y permanecí allí unas horas relajado y pensativo, me asaltaban muchas dudas sobre lo que vería mas tarde.
Nuestro Cuasimodo, como no iba a ser menos, pelos pergeñados, ojos observadores; parece que no ha descansado bien, porque Claude Frollo el prior y su patrulla de arqueros reales y su líder, Phoebus de Châteaupers, estaban perpetrados tras las escaleras esperando que el jorobado de Notre-Dame rapte a Esmeralda, que como ya sabemos es una hermosa gitana.
Ella siente compasión por la deformación de él y él por ella, lealtad y un amor oculto. El hosco prior y alquimista de la catedral, Claude Frollo, a la vez patrón de Cuasimodo desea ganar la estimación de la hermosa gitana Esmeralda. Para ello utiliza al jorobado a su amaño y deja que Cuasimodo rapte a Esmeralda para conquistarla, pero es cuando entran en acción la patrulla de arqueros reales y Phoebus.
Con ello, Frollo no logra ganar a Esmeralda para sí, pues ella se enamora de Châteaupers. Frollo asesina a su rival, imputa a Esmeralda por brujería y asesinato, por lo que ella cae en las manos de la Inquisición. Allí se niega a solicitar clemencia a Frollo y debe ser juzgada. Cuasimodo la salva de la muerte segura y se la lleva con él a la Catedral, donde se encontrará a salvo y puede solicitar asilo.
Frollo la saca de la catedral con un pretexto y la entrega a la justicia. Es colgada como bruja. En un momento inesperado, el prior de la Catedral Frollo le da rienda suelta a su triunfo sobre Esmeralda. Cuasimodo reconoce esto y lo tira de una de las galerías de la torre, al vacío. Su dolor cesa cuando muere en la tumba de Esmeralda, prefiriendo tirarla de una torre, al vacío y matarla a tener que verla con otro.
Pasadas unas horas, volví a bajar esos dos tramos de escalera que separa lo real de lo onírico, allí estaba yo tras la puerta, entornada, casi cerrada, toco y espero, no contestan, abro sigilosamente y tras un pequeño rechine de goznes mal engrasados me encuentro ante el espectáculo. Primer impacto fuerte, muy fuerte y contra todo pronóstico, no es visual, ni tan siquiera sonoro, este es olfativo, un gran y potente olor a humedad, en un primer momento pienso que será de los libros que estos sean muy antiguos y mal conservados ya que al fin y al cabo querían representar la “vida desatenta”, pero no en este caso solo era humedad en las paredes y olor a cerrado. Allí estaban encerradas esas maravillas dispuestas para ser amadas.
En un primer vistazo nos llena el color mucho color algunas veces estrepitosamente potente, otras tan solo suaves veladuras, pero magníficamente presentado, dispuesto a ser estudiado y buscar en esos detalles que pueden pasar desapercibidos si no nos comentaran y nos hicieran ver tantas cosas que encierran en su interior, el cual puede parecer vacío a priori.
Debemos fijarnos en su conjunto en la representación de un todo que nos llene nuestro yo mas íntimo y dejar fluir nuestra imaginación y volar como esas hojas sueltas de libros sin escribir que estamos viendo y tocando.
¿Que veo Lola Torres? pero si es mi compañera de segundo, tiene expuesto su particular libro, y además en un sitio privilegiado, que bien. Se lo merece esta granadina amable y dulce como el licor.
Ojos como platos se me ponen……….es Nuria Garnatxe sí es ella la alumna que hizo saltar su fama mas allá de los muros de la catedral; comentada en escuelas de otras provincias. Ella la artífice de siete “lingams” que podrían ser la envidia de la mismísima diosa Shiva y que recordaremos todos durante mucho tiempo, no solo por su trabajo sino por su personalidad aplastante y arrolladora y como no por la sensibilidad que esconde tras su tenue y fugaz mirada.
Parece que la historia medieval se repitiera. Los mismos caracteres bizarros e igual belleza, aunque en este caso solo es “atrezzo” y ……… bueno un poco de ambientación e iluminación del equipo habitual que me acompaña en mis viajes introspectivos.
Espero y deseo que tras la visita a la muestra y después de ojear esos libros escritos sin letras y en algunos casos sin paginas veamos el trabajo y el empeño de los creadores y de los Cuasimodos que cuidan de la Catedral.
Deseo con toda mi alma que el dolor de Cuasimodo cese antes de su muerte, y no junto a la tumba de Esmeralda, pues ella no es la bruja.
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