martes, 25 de septiembre de 2012

UFO

         Era ya de noche, la TV. Terminaba tempraneen aquel tiempo. Después de apagar la “Cóndor” mi padre nos reunió a los tres hermanos en torno a la mesa del salón, una estancia pequeña con cinco puertas y una entrada que daba al pasillo que llevaba a la puerta de la calle.
    Un silencio sepulcral lo inundó todo, cosa normal cuando el hablaba. Aún no sabíamos cual seria el castigo, pero se intuía que algo importante se gestaba y que en breve estallaría llenando la pequeña estancia.
    El recuerdo es muy vago, por lo cual intuyo que no sería mas allá del 1967/68, tengo que mirar los recortes del periódico y ver la fecha de alguno para datar el relato con mas precisión. Como tantos otros recuerdos y relatos, este también dejó su impronta en mí. No se si en mis hermanos también.
    Volviendo a Canarias, a la Plaza de la Paz nº cuatro tercero derecha, reunidos los cuatro, él en medio con el gran periódico “Diario de las Palmas”, abierto en todo su esplendor (no se podía doblar bajo ningún pretexto) procedía a Otro de sus grandes momentos. Era ese gran personaje que todos tuvimos afortunadamente, nuestro todopoderoso padre, guía de nuestros pasos y sostén de la familia durante muchos años.
    No podría aseverarlo, pero me gusta recordarlo así: con los pantalones del uniforme, sus calcetines negros y en la parte superior su camisa de aviación o si era verano un jersey de mangas cortas. El pelo reglamentariamente corto en la parte donde aun lucia y un fino bigotito abundantemente poblado y muy cuidado.
    Todo dispuesto para la clase magistral de un hombre conocido por su segundo apellido “Carrión”. La cosa era muy novedosa para nosotros, algo muy especial como podéis imaginar, ya que casi 50 años después me atrevo a contar con el mismo placer y deleite con el que lo viví entonces.
    El gran tabloide (en comparación con mi tamaño) abierto en una noticia “Avistado un OVNI. en las Islas Canarias”. Impresionante titular. Nuestros ojos estaban abiertos como platos. Miles de preguntas no asaltaban. ¿Desde cuando se sabía?, ¿como eran?...preguntas y mas preguntas se agolpaban en nuestras pequeñas cabezas.
    Antes de que lo interrumpiéramos, pasó a leer la noticia y posteriormente a comentarla. Realmente ahora se que no era nada especial, ni tan siquiera estaba bien redactada. Pero aquello hizo otra muesca en la culata de mi corta experiencia. No solo supimos de la existencia de otros seres, sino que además nuestro progenitor lo crea a pies juntillas, así era la persona que no creía en el amor.
    Esta revelación me dejo muy impresionado. Dos noticias en tándem, dos mazazos en las cortas entendederas de los tres hermanos. Pero la parte más bonita y la que mejor recuerdo fue el debate posterior, aunque lógicamente poco pudimos opinar, pero dejo abierta la opción a hacerlo, pocas veces mas recuerdo que lo hiciera. Pues solía terminar las discusiones o preguntas con un “olvidemos este desagradable asunto”.
    Al día siguiente, ya reflexionado el anuncio de que existían seres en un planeta diferente al nuestro, y que además eran mas avanzados que nosotros, le pedí permiso para guardar aquel recorte que aun poseo para comenzar a coleccionarlos pegándolos en una libreta de anillas, con las pastas azules. Este pequeño dossier lo estuve rellenando con mucho cariño durante diez años más.
    Después ya si se hizo oscuro todo y tampoco estaba el, nunca nos conocimos. Eso es lo que quedó de toda una vida. Dejo aquí el relato por la imposibilidad de continuar.

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