Era sábado 21 de Abril, estábamos preparándonos para salir a dar un paseo como cualquier fin de semana del año, hacia ya mejor tiempo y apetecía que nos diera el aire después de una ajetreada semana.
Sonó el teléfono a eso de las once de la mañana, era mi hermano mayor, Mariano, nos comunicaba la buena nueva, ya era abuelo, una alegría me invadió desde lejos gritaba yo “abuelitooooooo”, mi mujer me acercó el auricular para que este me escuchara mejor, al preguntarle a que hora había sido vi un su cara una expresión de tristeza, había sido el jueves al medio día, espero que todos estén bien dijo ella despidiéndose de el y me pasó el teléfono, yo lo felicité y nos despedimos cordialmente.
Así fue la noticia de la llegada al mundo de mi primera sobrina-nieta, sombría y distante, ya sabíamos que resultaría difícil de seguir con detalle todo lo concerniente a esta nueva ramificación familiar, pues aunque vivamos a cinco minutos uno de otro, nos vemos pocas veces al año, y este hermano mío es con el que mas relación tengo, a los otros dos solo nos vemos o a lo sumo hablamos por teléfono cada pocos años.
Mi sobrina ya con veintiocho años creo hace tiempo que se independizó, aunque no conocemos a su pareja ni su lugar de residencia, sabemos que vive a unos diez minutos de nuestra casa, pero nada más. Ya veis nosotros nos comunicamos en esta red cada pocas horas y de mi familia que vive tan cerca poco se, es ley de vida supongo, todo se va desgajando poco a poco, los engranajes de la vida se van oxidando si no se engrasan debidamente y en su momento, pues ya si lo dejas nada funcionará correctamente nunca mas.
Paseábamos por la plaza de Bibarrambla de Granada. En la época musulmana, el lugar donde se entraba a la ciudad baja, a través de la gran puerta que le da su nombre: bib (en árabe bab) rambla (arroyo, o orilla del río). También fue conocida como el Arco de las Orejas, porque, en la Edad Media, se clavaban a su fachada las extremidades de los ladrones, después de amputárselas públicamente. La vieja puerta se demolió hace un siglo, pero algunos amantes de Granada salvaron sus piedras, reconstruyéndolas en el bosque de la Alhambra.
Después de admirar el bonito y recogido lugar nos acercamos a un puesto, era de libros de cuentos, unos maravillosos ejemplares iluminados a todo color, deliciosamente amontonados para poder tocarlos, abrirlos y disfrutarlos en todo su esplendor, me dispuse a tomar tres de ellos rápidamente, pues había mucho trasiego y no quería perder los que ya había elegido, aun no sabia que hacer con ellos, pero le comenté a Conchi que era para intervenirlos.
Ya de vuelta a la casa y dándole vueltas a mis cosas y a mi sobrinilla Carmen (que se llama) y los libros comprados, me vino a la cabeza la idea de regalarle uno de ellos, lo intervendría con cositas de esas que todos guardamos desde nuestra niñez, trozos de ilusiones perdidas, recortes de vivencias, nudos deshechos, colores desteñidos, polvo en suspensión etc. Ya sabéis, esas cajitas que alguna vez abrimos y nos llevan años atrás.
Esa misma tarde, busque objetos y las guardé, para más adelante colocarlas en el interior del librito, haría un contenedor de cosas, fotos, historias y todo lo que pudiera interesar a esa personita que llevaría mi mismo apellido, pero que poco o nada nos conoceremos.
La idea primitiva era que una vez terminado todo, lo envolvería y lo ataría lacrándolo, en el exterior, en el papel pondría: CAPSULA DEL TIEMPO Para mi sobrina –nieta Carmen, de su tío juanas. CARMEN, ABRELO EL 19 DE ABRIL DEL AÑO 2030, EL DIA DE TU MAYORIA DE EDAD.
La idea en si no es mala, el problema es que al volver a ver todo lo que tenia recopilado para ella, realmente poco podía decirle, poca cosa había que le pudiera llamar la atención, nunca podría decir lo que me dijo un día su tía Alba cuando aún era una niña pequeña “tito tu cuanto menos eres una persona peculiar”.
Repasando esta noche todo y al volver a remezclar una vez mas vivencias añoranzas y anhelos, de mi coctelera vuelve a salir el proyecto ampliado, recargado de fuerza y vitalidad. Amigos me gustaría proponer un evento, que colgaré en las próximas horas, en el cual os pido que mandéis algo a Carmen para llenarle una cajita con las fantasía internacional de mis amigos artistas, una cajita contenedora de su librito y de todo aquello que gustéis mandarle a este ser tan entrañable que ha nacido en la ciudad de la Alhambra, no pido grandes cosas ni costosas, solo una mirada amable que le llene e ilumine por este difícil mundo en el que le va a tocar vivir. Ya no cerraré ni envolveré el maravilloso recuerdo que entre todos vamos a darle, para que pueda disfrutarlo desde ya.
Muchas gracias amigos y pronto veréis el evento puesto a vuestra disposición y deseo poder completarlo con vuestras propuestas e ideas. Un fuerte abrazo a todos. Y me dispongo a volar unos minutos con la opera los pescadores de perlas interpretado por Caruso, hoy me siento feliz.
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