lunes, 24 de septiembre de 2012

ODÍN ENTRE GRANADA Y PORTSMOUTH

    








        Este relato forma parte de un proyecto en el cual un amigo me mandaba dos      " libros de artista" y yo creaba el texto para ellos, mandándole de nuevo uno con la narración correspondiente.







 Arturo Casciaro (Inglaterra)




       La valquiria (título original en alemán, Die Walküre, WWV 86B) es una ópera en tres actos con música y libreto en alemán de Richard Wagner, la segunda de las cuatro óperas que componen el ciclo de El anillo del nibelungo (Der Ring des Nibelungen), y la que se representa más asiduamente, incluso separada del ciclo completo. El fragmento más conocido de esta ópera es la «Cabalgata de las valquirias», introducción al tercero y último acto describiendo a las guerreras semidiosas. Se estrenó en Múnich el 26 de junio de 1870.

   Así nos describe la Wikipedia esta maravillosa obra que escucho mientras estoy escribiendo, mientras estoy soñando y casi abducido por la potencia inspiradora y las renovadas fuerzas que me da Wagner en momentos de fuerte carácter representativo en la obra que en ese momento esté realizando.

    Wagner se inspiró en la mitología nórdica al escribir esta obra, y yo me voy directamente a Odín,  que como dios de la guerra, se encargaba de enviar a sus hijas, las valquirias, a recoger a los guerreros heroicos muertos en batalla, los einherjer, que se sientan a su lado en el Valhalla donde preside los banquetes. En el final de los tiempos Odín guiará a los dioses y a los hombres contra las fuerzas del caos en la batalla del fin del mundo, el Ragnarök. En esta batalla el dios será muerto y devorado por el feroz lobo Fenrir, el cual será inmediatamente muerto por Vidar, quien le desgarrará las fauces y colocará un pie en la garganta.

      La furia espiritual que caracteriza a Odín no sólo se manifiesta en la batalla sino que también se ve reflejada en las composiciones literarias. Es por este motivo por lo que Odín también es considerado el dios de los poetas.

     Se dice que siempre habla en verso y que fue él quien inició el arte de la poesía en Europa del Norte. La poesía es considerada un poder sobrenatural cercano a la magia, ya que la calidad del poeta que improvisaba estaba reflejada en su capacidad de predicción, lo cual no era lejano a la labor que realizaba un mago.

    Odín conoce el secreto de las runas. Éstas son la lengua de los poetas y los caracteres tallados en madera, piedra, las hojas de las espadas, los vasos de los caballos y son el origen de todo conocimiento y de cada fuerza. Odín obtiene estos conocimientos convirtiéndose en el primer Erilaz, o "sabio de las runas".

       De hecho, para aprender el arte de las runas y de la adivinación, se colgó de un árbol (probablemente Yggdrasil) atravesado por su lanza durante nueve días y nueve noches, en un sacrificio que se ofreció a sí mismo. Según Hávamál, 138, en la sección conocida como Rúnatal:



Sé que cuelgo del árbol a merced del viento,
Con raíces desconocidas para los humanos.
Durante nueve largas noches me he mecido.
Me ofrezco a mi mismo, herido por mi mano.

Nadie me dio de comer, ni cuerno para beber.
Pude llegar a ver lo más profundo,
Cuando contemplé las runas del poder,
Gritando las cogí y caí, por fin, en este mundo.

Nueve poderosos hechizos aprendí
Del hijo de la Bestia, que Boltor se llamaba
Y la preciosa hidromiel bebí,
En el recipiente donde Odrerir la guardaba.

Por ello adquirí el saber oculto y bienestar
Aumentando de este modo mi sabiduría.
Palabra a palabra, otra palabra podía formar
Y cada obra a otra obra me conducía.

En las varas podrás encontrar las runas,
Poderosas varas por los sabios utilizadas.
El gigante Bolthorn dio color a algunas,
Y con grandeza por Odín fueron grabadas.

¿Sabes grabarlas, las sabes interpretar,
sabes colorearlas, sabes experimentarlas,
sabes preguntar, saber sacrificar,
sabes enviarlas, sabes pronunciarlas?

Mejor no pedir que endeudarse en exceso.
El regalo debe ser con regalo compensado.
Preferible deseo no enviado que malgastado.
Así es antes de que el universo fuera creado.


        Las Runas son los caracteres del más antiguo alfabeto conocido entre las tribus nómadas de Escandinavia y el Norte de Europa. Han sido encontradas talladas en rocas y pequeñas fichas de madera o piedra, en muchos sitios. Además de su uso como lengua escrita, sus caracteres individuales fueron usados para adivinación, ritos y hechizos.
       Las Runas más antiguas encontradas tienen más de 2.200 años de antigüedad. Son conocidas como el Futhark Antiguo y al formar parte de la cultura étnica de los pueblos del Norte de Europa, son también conocidas como Futhark Común Germánico. La evidencia sugiere que las runas existieron de alguna manera desde mucho tiempo atrás, puesto que encarnan los valores de toda una cultura y las raíces de esa cultura se pierden en la noche de los tiempos.
    A pesar de haberse encontrados varios miles de artefactos rúnicos a lo largo de Europa del Norte, muy pocas personas las usan hoy en día como herramienta de escritura, excepto para algunas inscripciones con algún significado especial.
    Después de esta breve explicación, introducida para que se pueda entender el milagro de la fusión entre música, mancha y poesía, o al menos así pretendo hacerlo yo. Paso a desgranar de una forma lírica una parte de una fantasía, de un sueño. Nos encontramos en otro lugar, este un nuevo fragmento de la obra que voy a completar desde mi nube, aunque sentado frente al ordenador, mientras abro de nuevo la cajita, el cofre del tesoro para dejar volar la música que encierra en su interior y que pueda llegar a vuestros oídos, que podáis paladear el sabor de la fresca hierba de lo países nórdicos y así poder embriagaros con la hidromiel, para que sintamos la fuerza de la pincelada de Arturo Casciaro.
     Abierta la puerta del más allá ya sólo nos queda sentir el fluido que emana de su interior, una luz cegadora nos dice que está cargada de una gran energía y que debemos de tratarla con mimo y pasión. El brillo sobrenatural procedía de una Runa, es por eso que yo asombrado pensaba que una vez más todo estaba conectado, nada era casual, la sucesión de acontecimientos no había hecho mas que comenzar, estaba ya todo escrito, yo sólo me limitaba como siempre a transcribir en un lenguaje mas mundano y coloquial todo lo que estaba percibiendo.
     Esta Runa no pude descifrarla, anduve buscándola, pero me fue imposible conocer su significado, hasta que finalmente encontré esto:” Las runas pueden utilizarse en sanación y meditación, en magia y adivinación. Toda una vida puede llevar el aprender sobre ellas y a utilizarlas, y aún así su aprendizaje nunca termina” Todo encajaba, posiblemente nunca sabría con exactitud el significado de ese signo “igual” que cerraba el manuscrito, el sello que yo debía romper para penetrar en las aguas en las que me tendría que sumergir para comprender las cosas que allí había y de lo que ya formaba parte.
   Después de desperezar unos enormes sargazos pardos que enrollados y emboscados me atenazaron y que por un momento parecía que fueran a asfixiarme, pude penetrar en  el océano de la obra. Ondulados reflejos luminosos hirieron mis pupilas, necesitaba acostumbrarme a esa intensidad de luz tan inusitada en la obra de mi amigo, en ese mar de algas zaínas, para así poder nadar plácidamente entre sus someras aguas y dejarme llevar por el canto de las Valquirias hasta el fondo del fluido, necesitaba estar de pie para poder disfrutar desde otro punto de vista aquello que se abría ante mis ojos.
     Estaba todo decorado, todo funcionaba perfectamente, todavía se notaban las ultimas costuras del ensamblaje final, reconocía alguna de las estancias aunque estaban algo cambiadas, había clavos sueltos, algunos esparcidos por el suelo, pero funcionaba bien, (posiblemente no era casual  el lugar donde se encontraban). Al acercarme a una de las paredes construidas en el lecho marino pude comprobar que los hilvanes estaban hechos con juntas de espiga, ¿que carpintero había logrado este minucioso trabajo? Pensé.
    Volvía a tocar a percibir cosas conocidas, pero todo parecía distinto, no sé si era por la luz o por el entorno, pero no llegaba a reconocer exactamente lo que se abría ante mis asombrados ojos, reconocí vagamente un suelo manchado con algunas letras que algún grafitero había colocado allí, letras sueltas de color negro, todavía olía a pintura en algunas estancias, pero no me chocaba que pudiera sentir esas sensaciones a esa profundidad, pues todo parecía tan irreal que me dejaba llevar como mecido por las corrientes submarinas, estaba absorto por el maravilloso colorido al que estaba expuesto, me sentía feliz, aún sonaba Wagner, de hecho me vino a la memoria una película al ver una habitación nueva un lugar diferente, estaba amarrado fuertemente al resto, posicionado a la izquierda del conjunto, como rememorando tiempos pasados; sí, pensé, aquello era el escenario de la película “ Apocalypse now”. Estaba todo el rompecabezas casi completo, el aire ya no era húmedo, estabamos en julio, en plena canícula. Aquello era un campo de batalla me vino a la memoria un acontecimiento en el que quizá se inspiró Francis Ford Coppola y que os relato:
       Se dice que la Cabalgata de las valquirias fue retransmitida por las radios de onda corta de un grupo de tanques antes de lanzar un ataque en la Segunda Guerra Mundial. El escenario se describe en el libro “El soldado olvidado”, escrito a finales de la década de 1940, que pretende ser una versión personal del autor, Guy Sajer, y su experiencia como soldado alemán de la División Großdeutschland. Describe que estaba cerca de los tanques en la Batalla de Memel (ahora Klaipėda) donde fue recogido junto a una desorganizada tropa para intentar romper la posición de asedio y cuenta en su libro que fue «un acompañamiento apropiado para el sacrificio supremo».
       Descrita mi visión, mi sensación personal, es fácil saber qué había en ese espacio el cual intento plasmar desde el comienzo de la primera página, es una hoja blanca, muy blanca insertada a la izquierda del conjunto, muy separada en forma y fondo. Antes de llegar a ella hay que atravesar una empalizada rodeada de alambres de espino fuertemente amarrado a estacas. Nos pone un freno antes de llegar al final de la obra, quiere que sintamos el poder de la música, la magia del instante antes de culminarla, ha puesto puertas al campo, y que al estar situado en la siniestra nos lleva al pasado, un pasado el cual no queremos recordar, nos resistimos a creer que existió alguna vez..
       En él hay un bosque húmedo, muy frondoso, pero controlado y vigilado desde la lejanía por miras telescópicas de hombres que están agazapados y con sus armas cargadas, estos están protegidos por sus chalecos antibalas y enormes escudos antimisiles estratégicamente desplegados por toda la geografía. Estos soldados que aprovechando la invisibilidad que les proporciona su traje mimético y la cobertura aérea, nos esquilman, nos roban para finalmente aniquilarnos como si fuéramos animales salvajes.
    Los líderes y los poderes fácticos desde sus atalayas nos vigilan, nos controlan y nos tienen constantemente en sus puntos de mira para así poder dirigir acciones concertadas y pactadas de antemano, cosa que hábilmente ha representado mi amigo Arturo Casciaro para que yo pudiera contároslo a todos.
  

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